Un 27 de febrero nació uno de los grandes genios de la escultura del Siglo XX Antonio Castillo Lastrucci, corría el año 1882, momento malo para España y por ende para Sevilla. Pero en nuestra tierra los genios nacen en los peores momentos y así pasó con nuestro autor, discípulo del gran Antonio Susillo. Castillo supo adentrarse como nadie en la cultura popular de su ciudad, la coyuntura hizo que se convirtiera sobre todo en un gran escultor dedicado a la imaginería cofrade. Varios de los modelos actuales de nuestra Semana Mayor fueron creados en su taller. Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que la Semana Santa de Sevilla sería otra sin Castillo Lastrucci.

Sus misterios

Sin lugar a dudas los pasos de misterio que realiza nuestro escultor significaron un punto de inflexión dentro de las hermandades, con novedosas incorporaciones y creando un estilo propio.

Características de los misterios de Castillo

En sus obras es constante el dinamismo, no sólo por las composiciones, si no también por los diferentes elementos que incluye en los pasos, tales como tronos, palmeras, pebeteros…La teatralidad del barroco vuelve a renacer gracias a sus ideas.

En esos misterios recalca la maldad con rasgos feos y grotescos que contrastan con la dulzura de los Cristos o de los personajes que, teniendo una función secundaria, encarnan un mensaje de bondad, uno de los ejemplos son sus Claudia Prócula, tanto en la Hermandad de San Benito como en la de la Macarena.

La bofetá. Su primer misterio.

Misterio de la bofetá con telas encoladas

Desde sus comienzos Castillo crea obras revolucionarias como el misterio del paso de la bofetá, de la Hermandad del Dulce Nombre, donde introdujo un elemento muy novedoso y que sorprendió al verse en la calle como el pebetero, con incienso incluido, y donde el rostro de los personajes demostraba su personalidad, con rasgos muy marcados en los personajes. A todo ello debemos mencionar el movimiento que las esculturas introducían en la escena superando esas composiciones lineales típicas del periodo neoclásico.

Corría el año 1923, y la salida de ese sorprendente misterio de la iglesia de San Román iba a significar un cambio en la forma de concebir los pasos de misterio de Sevilla y comenzaba una transformación en el mundo de las hermandades.

Composiciones de sus misterios

Misterio de San Benito en su primera salida procesional 1928

Sin lugar a dudas, dentro de los conjuntos creados por el autor tenemos que recalcar el misterio que realiza para la hermandad de San Benito, que toma como base un cuadro que sólo conoció por una reproducción y que se encuentra en el Palacio Pitti de Florencia. Con esa base creará una magistral escenografía, que a día de hoy se conserva intacta.

A nuestro entender, este misterio es su composición más lograda, uniendo de forma armoniosa todo el conjunto a través de varias diagonales, que comienzan con las manos de Pilatos presentando a Cristo. Aunque esa primera imagen nos sobrecoge, no desmerecen ninguna de los otros personajes del conjunto, creando una obra sublime que sobrecoge a cualquiera que la observa y nos traslada a ese importante momento de la Pasión de Cristo.

Primer misterio de Castillo Lastrucci para la hermandad de la Macarena

El misterio del barrio de la Calzá fue estrenado en 1928, teniendo también un gran impacto, y haciendo que una de las hermandades con más devoción de Sevilla, la Macarena, le encargara un nuevo misterio. La idea de nuestro escultor era que siguiera la línea de la hermandad a lo largo de la historia, creando un diálogo entre Cristo y Pilatos, y que incorporaría personajes tan singulares como un esclavo etíope con una palangana o un sayón tocándose la barba, además de otro que como no podía ser menos leyera la sentencia, elemento clave de este momento de la Pasión.

El misterio fue remodelado por la hermandad en numerosas ocasiones, llegando a contratar incluso a Aníbal González. Al final, esa composición original fue modificada llegando al diseño actual donde el Cristo se sitúa mirando al pueblo y no a Pilatos, además de cambios en algunas de las figuras y la introducción de un nuevo romano realizado por Álvarez Duarte.

Los misterios de los años 40 y 50

En los años 40 y 50 se le encargan a Castillo la reforma de los misterios de numerosas cofradías. En algunos casos como la Esperanza de Triana, Monte-Sión y la Estrella realiza sólo las imágenes secundarias. En otros casos como los Panaderos realiza también el titular cristífero de la corporación.

Misterio de las Tres Caídas. Distribución antigua

La hermandad de la Esperanza de Triana incluye nuevas figuras secundarias que acompañan a su portentosa imagen de Cristo: el cirineo, el grupo de mujeres, el centurión romano y un esclavo etíope que posteriormente fue retirado. El misterio fue modificado en varias ocasiones, la más importante es la que se realizó en los años 60 adelantando la imagen del nazareno.

Otro de sus grandes obras es el conjunto que crea para la hermandad de Los Panaderos. Hermandad que deseaba cambiar su clásico misterio, incluida la obra de su Cristo, se encargó un primer misterio que no gustó a Cayetano González, y posteriormente se solicita a Don Antonio el misterio actual, donde nuevamente realiza innovaciones, como que el señor no aparezca en un primer plano, si no los soldados romanos que lo prenden. Nuevamente utiliza el contraste de la bondadosa y bella cara del Señor en contraposición con la maldad de los rostros de los sayones, también destacamos los movimientos de las diferentes figuras del conjunto que ayudan a crear el sentido que deseaba el autor.

Misterio de la hermandad de los Panaderos de Sevilla. Antonio Castillo Lastrucci

Otro elemento que sorprendió fue la antorcha¸ donde además utiliza luz eléctrica, algo muy criticado en su momento pero que cerca de un siglo después la hermandad no ha prescindido de aquella idea. Si a esto unimos el enorme olivo que acompaña la composición, unido a la singular forma de llevar el paso, ese teatro en la calle que diseño el maestro sigue teniendo una de sus mejores expresiones en este bello paso.

En esa misma línea debemos mencionar el misterio de la hermandad del Beso de Judas, donde destacamos la delantera del conjunto, en la que se representa el momento donde Judas besa al Señor. También este paso lleva un gran olivo que da un marco único al conjunto, tuvo tanta repercusión que Castillo fue llamado a Málaga para que reprodujera esta escena de la Pasión tal como la había relatado en Sevilla.

Beso de Judas. Escena principal del misterio de la Redención. Antonio Castillo Lastrucci

Otro interesante misterio del maestro es el que diseña para la hermandad de San Esteban, donde las figuras secundarias crean la escena de como Cristo es burlado y humillado por malvados sayones, que la imaginación popular ha dado nombres tan singulares como “el perragorda”.

A principios de los años 60 realiza su último misterio para Sevilla, para la hermandad de San Gonzalo, de esta obra sólo nos quedan las figuras secundarias, ya que tanto el Señor como Caifás fueron cambiados en los años 70 por las figuras que procesionan en la actualidad obra de Luis Ortega Bru.

Otra de las modificaciones que han sufrido sus figuras secundarias, es que todas tenían telas encoladas y que fueron retiradas para vestirlas con ropajes salvo el misterio de la Hermandad de San Benito.

Las Dolorosas de Castillo

Virgen del Dulce Nombre. Castillo Lastrucci

En sus Dolorosas siempre se repite el detalle de la paleta superior y esa recreación de un canon de belleza de la Virgen teniendo como base la mujer sevillana. Las tallas de la virgen de la Hiniesta, Dulce Nombre, La O y la virgen de la Soledad de los Servitas o la Virgen del Rocío son ejemplos palpables de lo que comentamos.

La Hermandad de la Hiniesta y Antonio Castillo Lastrucci

Hiniesta

Pero si hay una hermandad donde Antonio Castillo Lastrucci va a dejar toda su impronta esa es la Hermandad de la Hiniesta.

La Hiniesta fue sin lugar a dudas de las hermandades que más sufrió los radicalismos que se vivieron en la España de los años treinta, en el devastador incendio de San Julián perdieron su fabulosa dolorosa de Montañés y el crucificado de la corporación, además de la talla de la Hiniesta Gótica, patrona de Sevilla. Por tal motivo, se encarga a Castillo Lastrucci la imagen de la nueva Dolorosa que procesionaria desde el templo de Santa Marina en años venideros. Pero el 18 de julio de 1936, es incendiada la nueva sede temporal de la Hermandad, la iglesia de San Marcos. El bello templo gótico mudéjar es quemado, al igual que lo fue San Julián, perdiéndose la primera talla realizada por el autor de la Virgen de la Hiniesta.

En 1937, se realizaría la bella dolorosa actual, que fue bendecida en la iglesia de San Luis de los Franceses.

Un año después, en 1938, realiza el Cristo de la Buena Muerte, una de sus mejores obras, siguiendo modelos de Juan de Mesa y tomando como modelo a Manuel Gómez Lora, crea un modelo interesantísimo de gran realismo y dulzura, tan característica en sus imágenes cristifera, que evoca rasgos de otra de su grandes realizaciones, el Cristo de la Presentación de San Benito. Destacamos el tratamiento del cabello, con una increíble labor de su gubia. El resultado es un un cruficado muy personal, que invita a la devoción y que se va a convertir en una de sus tallas más destacables.

Años más tarde, en 1945 Castillo realizaría una copia de la Hiniesta Gloriosa que hoy preside el templo parroquial de San Julián.

María Magdalena hermandad de la Hiniesta

No debemos olvidar la talla de María Magdalena, una imagen secundaria considerada como una de las mejores realizadas por el artista. Un detalle curioso es que la obra no se libró de la censura, la obra original tenía el hombro desnudo y a algún censor le pareció poco decoroso para una imagen que iba a procesionar en Semana Santa, y por tal motivo, se tapo con un velo parte de ese hombro, perdiendo el diseño original del autor.

Sus otras obras de la Semana Santa Sevillana

No sólo se dedica a la imaginería, sino que también realiza pasos procesionales o interviene de una forma decisiva, tenemos los ejemplos de la hermandad de los Panaderos y de las Penas de San Vicente.

Lo que no cabe la menor duda es que hay una Semana Santa diferente a partir de las obras de Antonio Castillo Lastrucci.

Las obras profanas de Antonio Castillo Lastrucci

Los primeros celos. Castillo Lastrucci

Tampoco podemos olvidar sus obras profanas, como el busto de una Gitana o los primeros celos, obra fabulosa que nos muestra como este gran artista sabe llegar a los sentimientos incluso en esas escenas familiares, lo cual nos habla de su habilidad para la búsqueda de temáticas que hagan sentir al espectador a través de sus obras.

En esa misma línea destacamos el altorrelieve de Numancia, que recoge mucho de la impronta de su maestro Antonio Susillo y continúa esa transmisión conmovedora.

También realiza la escultura de la glorieta de Benito Mas y Prat en el parque de María luisa. Sirvan estas líneas como pequeño homenaje a este genio de la gubia. En el Museo Bellver podemos ver algunas interesantes obras en esta línea.

Reconocimientos

Piedad de San Julián. Antonio Castillo Lastrucci

Debido a su gran obra le fue concedida la Orden de Alfonso X el sabio y de forma póstuma la Medalla al Mérito en el trabajo.

A pesar de que no paró de trabajar hasta el final de su vida, su situación económica no fue la mejor, ya que las hermandades se retrasaban en sus pagos.

Hace unos años sus restos mortales se llevaron a la Hermandad de la iglesia de San Julián, sede de la Hermandad de la Hiniesta, donde uno de sus familiares Adolfo Arenas Castillo ha sido hermano mayor de la corporación.

Hoy, reposan en un altar, debajo del fantástico conjunto de la Piedad que realizó y que tenía en su taller. En la misma nave, se encuentran sus queridas imágenes del Cristo de la Buena Muerta y María Magdalena, y la Virgen de la Hiniesta Dolorosa. También realizó la Hiniesta Gloriosa que preside el templo parroquial.