Hasta el 30 de julio de 2023 podemos ver una interesante exposición en el Museo del Prado en Madrid comisariada por Benito Navarrete, donde se intentará profundizar en uno de los grandes pintores del barroco español: Herrera el Mozo. Por este motivo, hemos realizado este artículo para dar a conocer más sobre la obra y la vida de este interesante artista.
Herrera el Mozo, vive en la época dorada de la pintura española, ese Siglo XVII donde el mundo cultural es la mayor estrella de nuestro inmenso imperio. Nacido en Sevilla, esa corte sin rey, ciudad que gestionaba el monopolio del Imperio español, y en una familia vinculada a la pintura, su padre Herrera el Viejo es una de las grandes figuras de la pintura de su tiempo.
Sus comienzos
Su aprendizaje se realiza en el taller paterno, en esa época Herrera el Viejo es un pintor de prestigio al cual se le encargan varias obras de gran valor en la ciudad, como el retablo mayor del convento de los basilios o el viaje de Santa Paula a tierra Santa para el convento de Santa Paula de Sevilla.
Pero nuestro artista quiere continuar avanzando y se marcha a Roma, donde va a trabajar en diferentes encargos, pintando curiosamente, muchos cuadros de pescado, y aprendiendo las técnicas de pintura que se daban en la ciudad y que eran muy diferentes a las que conocía de Sevilla. También aclara su paleta de colores, y utiliza pinceladas largas que van a marcar su producción a partir de ese momento.



La vuelta a Sevilla
De vuelta a la ciudad del Guadalquivir, va a participar en un proyecto muy ambicioso que es la Academia de Pintura de la que será uno de sus presidentes junto con Murillo, y en la que participarán los mejores pintores de la ciudad en ese momento.
En este periodo realiza dos cuadros en la Catedral de Sevilla que van a cambiar la forma de ver el Arte en la ciudad y que serán los referentes para que Murillo pinte su forma de ver la pintura.



- El éxtasis de San Francisco. Obra de tamaña colosal donde el color y la pincelada demuestra lo aprendido en Italia, además de incorporar su impronta personal, con esos característicos ángeles que elevan la figura del santo y que usara posteriormente en la que para muchos es su obra maestra, “el triunfo de San Hermenegildo”.
- La Alegoría de la Eucaristía. Obra fabulosa, realizada para la hermandad del Sagrario de la Catedral, para la sacristía de ese templo, donde desgraciadamente continua, es de las pocas obras que, aunque continúen en su espacio original, al ser un espacio no accesible no puede disfrutarse, siendo una de las obras maestras de este autor.



La luz y el color del cielo rodean un gran ostensorio que porta el santísimo, el cual se encuentra rodeado de los padres de la iglesia, aunque tiene la característica que la mayor parte se encuentran de espalda, un maravilloso recurso para realzar la Eucaristía.
Traslado a Madrid
Herrera se traslada a la corte, buscando desarrollar allí todas sus habilidades, hay que recordar que no sólo era pintor, si no que también había estudiado arquitectura y es muy interesante su labor en el diseño de grandes escenografías, tenemos que pensar que el gran espectáculo de su época es el teatro.
En Madrid va a trabajar para diferentes templos, además de coleccionistas.
Aquí desarrolla alguna de sus obras más interesantes:



- El Triunfo de San Hermenegildo. Uno de los grandes santos de la monarquía hispana y con gran vinculación con su ciudad natal: Sevilla. Una obra que es una de sus cumbres, donde pone de relieve todo lo que ha aprendido, usando recursos que ya usó en Sevilla en el gran San Francisco de la Catedral, ya que posee una composición muy similar, aunque en nuestra opinión está obra posee una paleta cromática más completa, y unos acabados mejores que en la referida obra catedralicia.
- El sueño de San José. Hasta ahora sólo se conocía una versión que estaba en una colección privada (Plácido Arango) que ha sido donada al Museo Nacional del Prado. Una obra maravillosa donde en un primer plano aparecía San José, y se creaba una nebulosa entorno al sueño, con colores pasteles, y un ángel entorno al protagonista dormido le indicaba esa ensoñación. Un recurso muy original y con un resultado realmente asombroso de gran calidad.
- Segunda versión del sueño de San José. Con motivo de la exposición del Prado, se restaura una obra que es una segunda versión de la obra referida donde hemos podido ver que era de Herrera el Mozo, por los pigmentos utilizados, típicos de Italia, lo cual denota su periodo de aprendizaje en el país. Una versión diferente a la conocida, aunque tenga a los mismos personajes principales, donde la impronta del color toma una relevancia especial, al igual que la figura del ángel que ocupa un puesto muy destacado en la composición. Obra muy efectista y visual que impacta a todo el que la contempla.



El Herrera arquitecto
La amplia formación humanista de nuestro autor hizo que no dedicara sólo a la pintura, si no que dominara otras artes, una de ella es la arquitectura, Herrera el Mozo fue llamado a Sevilla para los diferentes proyectos que se realizaron con motivo de la canonización de San Fernando en 1671, su proyecto no llegó a realizarse, pero si el relicario de plata que se realizó a posteriori para los restos de San Diego de Alcalá.
Entre sus obras más interesantes, tenemos el Retablo mayor del hospital de Montserrat de Madrid, que desgraciadamente no ha llegado a nuestros días, aunque conservamos fotos, donde el retablo está enmarcado por calles con ciclópeas columnas salomónicas, que se encuentran a ambos lados de la hornacina central.
También realizó dos proyectos importantísimos para su época:
- El proyecto de Basílica para la Virgen del Pilar de Zaragoza, aunque fue posteriormente muy modificado por Ventura Rodríguez en la centuria siguiente
- El retablo de la Virgen de la Almudena, que nunca llegó a ejecutarse.
La escenografía en su obra



Esta labor de creación de escenografías en un mundo donde la principal diversión era el teatro no era algo baladí. Hoy en día se conservan en un manuscrito de Viena.
En el Alcázar de Madrid realizó la decoración para la comedia “Los celos hacen estrellas” de Juan Vélez de Guevara.
También realizó obras para la típica decoración efímera de las fiestas de la época; como el arco de la Puerta de Guadalajara, para los mercaderes de sedas y paños, que se utilizó para la entrada de la reina María Luisa de Orleáns.
CRUZ YÁBAR, Juan María. Web instituto de estudios madrileños
VALDIVIESO GONZÁLEZ, Enrique, Francisco de Herrera el Mozo, Sevilla, Diputación Provincial, 2016.