Hoy es el aniversario del fallecimiento de una de las grandes figuras del cante en la ciudad de Sevilla, nos referimos a Francisco de Asís Palacios Ortega, el Pali, que nos dejó un 21 de junio de 1988.
Bautizado en el Sagrario de la Catedral de Sevilla y vecino del Arenal, algo que llevó a gala toda su vida, intento a través de sus sevillanas mantener vivas las tradiciones de la ciudad. A pesar de la imagen de sus últimos años, en su juventud fue deportista.
De hecho le decían que era delgado como un palillo, de ahí que fuera llamado el Pali. También era familia de dos de las grandes figuras del Toreo Rafael el Gallo y Joselito.
Sus orígenes como artista
Aunque sus padres no querían que se dedicara al mundo de los artistas, él desde la década de los años 50 empieza a introducirse en el mundo con diferentes actuaciones y empieza a ser conocido.
En 1968 graba su primer disco de sevillanas con el grupo “Rocieros del Quema”,y en 1970 graba su primer disco en solitario
En 1973 realiza una prueba en el Teatro Álvarez Quintero de Sevilla que lo capacita como artista oficial para el género de variedades.
Luchó por que las sevillanas se mantuvieran auténticas, en un momento donde se intetaban realizar muchos cambios en ella. Además, sevillanas dedicadas a las costumbres y tradiciones de su ciudad.
El Pali como mito
El primero homenaje se lo dedican a su figura se lo dedican en diciembre de 1979 en el Casino de la Exposición, en ese momento ya era considerado un ídolo dentro del mundo musical de Sevilla y de otros rincones de Andalucía.
Desde ese momento, sus actuaciones se compaginan con homenajes y premios. Fruto de todo ello es el reportaje de televisión realizado en 1986 por Salvador Vélez Arena, es el mejor ejemplo de como su personaje se ha ido mitificando.
Pocos años antes, en el 1982, el decano de la prensa sevillana, El Correo de Andalucía, publica sus memorias en 20 capítulos que fueron escritos por José María Gómez
Si a todo ello unimos sus famosas frases, que se convierten en sentencias populares, vemos como es la evolución de su personaje.
Incluso dos meses antes de su fallecimiento se crea una comisión para homenajearlo y que su fama y su obra tenga reconocimiento en vida. Cosa que desgraciadamente no se consiguió porque dos meses después fallecía en el hospital Virgen Macarena de Sevilla.
Su obra
Aunque cantó todos los palos del flamenco, el Pali es una de las personas que hizo que las Sevillanas vivieran su momento dorado. Sus sevillanas viven del sentido más popular de la ciudad y hablan de sus costumbres, sus fiestas, sus monumentos.
Muy vinculado a la Semana Santa, la que consideraba la gran celebración de Sevilla, y en especial a su hermandad del Baratillo a la que dedicó numerosas composiciones, además, de otras importantes cofradías.
El recuerdo del Pali
El mejor homenaje que se le puede hacer es que hoy sigue vivo en su ciudad, a través de placas y referencias; y en la feria de abril no es raro escuchar las sevillanas que él interpretaba de una forma inconfundible.
Una vez fallecido numerosos homenajes y nombramientos recordaron su gran legado para Sevilla.
– En el año 2014 recibe la medalla de la ciudad de Sevilla.
– Fue reconocido también como hijo adoptivo de Triana.
– En 2018 recibe la medalla de oro de la provincia de Sevilla.
El Pali en el Arte



En la actualidad podemos encontrar diferentes obras en la ciudad de Sevilla donde aparece representado nuestro protagonista.
Como la más singular es el monumento que se le realiza en la plaza Indalecio Prieto y que fue inagurado en 2023.
Una de las más singulares obras donde lo vemos presente, es un grafiti en la tapia del colegio Sor Ángela de la Cruz de Sevilla.
Existen azulejos que nos hablan de su figura y en numerosos pueblos y ciudad de Andalucía se han rotulado calles y plazas con su nombre