La Hispania romana dio al Imperio dos de sus más importantes emperadores Trajano y Adriano. Los dos nacieron en la ciudad romana de Itálica, una ciudad de lujo de la Bética. Durante sus reinados Roma llegó a su máxima expansión territorial, y a uno de sus momentos de mayor apogeo cultural. En este artículo vamos a descubrir algunos de los momentos más importantes de la historia de estos dos grandes personajes
Trajano



El año 117 falleció el emperador trabajo Marco Ulpio Trajano, fue el primer emperador hispano, nació en Itálica, comenzó en puestos de responsabilidad con 24 años ya era el responsable de una legión. Fue tribuno militar en Siria, legado en la legio VII de Hispania. En el año 96 fue nombrado gobernador en Germania inferior. El emperador Domiciano fue asesinado y subió al poder Nerva, de considerable edad y que adoptó a Trajano como su sucesor, así llegó nuestro paisano a gobernar el gran imperio de la antigüedad. La edad con la que alcanzó el mando del Imperio fue 45 años, y de sus primeras ordenes fue reducir a la mitad el donativo que se daba al emperador, mejoró la red de carreteras, edificó limes en la parte de Germania. También liberó a personas apresadas injustamente en la época de Domiciano y devolvió parte importante de la propiedad privada. Al llegar al poder construyó numerosos edificios en la capital que aún se conservan a día de hoy. Luchó contra la corrupción del Senado desenmascarando a los que usaban las obras públicas para ello llevó un control directo sobre las provincias y su control. Trajano se valió de un órgano judicial creado por él para investigar estos delitos donde estaban los mejores juristas de la época. Reconoció la ley por encima de su cargo, el poder no lo corrompió.
Conquistas y obras sociales
Como militar destacan sus batallas contra los partos, nabateos y sobre todo la conquista de la Dacia (actual Rumanía), recuerdo de esa gesta es la columna trajana donde se narra esa importante conquista.
En sus obras sociales destacar la creación de un programa de bienestar que ayudaba a niños huérfanos y pobres por todo el imperio romano. También favoreció el aumento de la natalidad que había caído de forma alarmante.
En su imperio se prohibieron las acusaciones anónimas y las condenas que no tuvieran pruebas. Además, aprobó leyes a favor de los pequeños campesinos. Hizo quemar los registros de los impuestos retrasados para aliviar la presión fiscal sobre las provincias. También creo una caja de ahorros para dar préstamos a los pequeños campesinos y empresarios romanos. Todas estas medidas construyeron una paz social que fue la base de la prosperidad del imperio en los años posteriores.
Justo antes de su muerte, adoptó a Adriano para sucederle. Era su único familiar varón directo y su reinado como el de Trajano también fue digno de elogios.
Adriano



El Emperador Adriano, nació en Itálica y es el segundo hispano que ascendió al trono de Roma.
Es calificado como uno de los 5 emperadores buenos. En su reinado junto con el de su antecesor Trajano, el Imperio romano alcanzó su máxima expansión.
Además, fue una persona culta, amante de la cultura helena y aficionado a la filosofía.
Trajano nunca dejó por escrito que él le sucediera, es su esposa Plotina, la que hace que Adriano se convierta en emperador, ya que ella comentó que fue la voluntad de su marido momentos antes de morir.
Su reinado se distinguió por ser poco belicoso y reforzar las defensas del imperio, una de sus más famosas realizaciones en ese aspecto fue su famoso muro de Adriano en Britania.
Otra faceta importante fue la cultural, durante su reinado se construyeron la Villa Adriana, realizó obras en el Panteón…Escribió poesía en latín y en griego. Y su amor por la cultura griega hizo que se dejase la barba lo cual supuso una moda en el Imperio. Edificó bibliotecas, termas, acueductos.



También interesante su aportación a los derechos humanos condenando la tortura y normalizando la situación de los esclavos. De hecho, algún autor describe su etapa como una de las más felices de la humanidad.
Famosa es su relación con Antínoo que falleció ahogado en el Nilo y que el emperador construyó una ciudad en su honor: Antinópolis.
Cuando falleció Adriano lo enterraron en un mausoleo junto al río Tiber que posteriormente sería convertido por los cristianos en el Castillo de Sant’Angelo.
Otro ilustre sevillano que marcó un hito en la historia.