Sevilla ha sido durante siglos la gran ciudad del Imperio español, esa relación con América y Asia, hizo que a la ciudad llegaran una serie de obras maestras, la mayor parte muy desconocidas, que aún se conservan. Pero de esas obras del nuevo mundo debemos destacar como excepcionales las orfebrería americana de la catedral de Sevilla.
El Cabildo Catedral ha organizado una pequeña muestra dónde puede disfrutarse algunas de esas pequeñas obras maestras.
La Catedral de Sevilla como referente artístico
La catedral de Sevilla es el corazón de una ciudad que al igual que todo el Imperio Español, latía entorno a la fe católica. Por tal motivo, muchas de las obras que eran traídas a la ciudad por esa gran devoción iban a tener relación con el templo catedralicio.
De esas obras, destacamos por su riqueza las obras de orfebrería. Auténticas joyas que demuestran la pericia de los artistas del nuevo mundo.
Siglo XVI, la época dorada de Sevilla



De este periodo se conservan en la Catedral piezas interesantes, dónde además de los materiales nobles utilizados, vemos cómo se aplican técnicas de gran calidad en la creación de todos los detalles y se utilizan gemas preciosas que ennoblecen aún más tan notables realizaciones.
La obra más destacada de este periodo es el relicario de San Millán de la Cogolla, dónde se entremezclan elementos típicos del Renacimiento como los tondos y la simetría, con elementos que derivan de los mitos prehispánicos como la serpiente alada. El resultado es una obra sobresaliente a todos los niveles que nos habla de cómo la cultura del viejo y el nuevo mundo se ha fusionado, siguiendo ese sentido del mestizaje único que creo el Imperio hispánico.
Siglo XVII El despertar asiático



En el siglo XVII ese dominio del océano pacífico de España dará lugar a la creación del primer comercio internacional, la plata del Imperio se usaba para negociar a nivel mundial, en Asia a las monedas españolas se le ponía grafía de las lenguas asiáticas y se comerciaba con ella. Es conocida la relación de nuestro país con los Reyes de China, Siam o Japón. Pero nuestros ancestros difundieron también lo que era el alma del Imperio: la religión, por tal motivo uno de los elementos más significativos de ese periodo son las vírgenes orientales, realizadas en China y filipinas que van a llegar a Sevilla a través del Galeón de Manila.
La Catedral hispalense posee dos ejemplos de gran calidad, dónde podemos apreciar como los artistas asiáticos, utilizan los típicos detalles que realizaban en las esculturas de sus religiones nativas, así las vírgenes poseen papadas, al igual que los budas, y otro elemento a destacar es el material en que están realizadas en Marfil.
El Galeón de Manila cruzaba el Pacífico hasta llegar a Acapulco, en la actual México, en ese momento la Nueva España, y su cargamento se llevaba al puerto de Veracruz, en el Atlántico, donde la flota de Indias, se encargaba de llevarlo a Sevilla.
Así el cargamento era una mezcla de los elementos asiáticos y de los americanos, de este periodo la catedral posee una interesante bandeja, marcada en la ciudad de México, de plata sobredorada y decorada con esmaltes que le confieren una personalidad única.
El siglo XVIII, el esplendor artístico de América
Resulta curioso, pero es el siglo XVIII donde los virreinatos americanos van a alcanzar su mejor momento artístico. En la Nueva España, el Perú, y la Nueva Granada. ese aprendizaje artesanal, esas enseñanzas universitarias, esa transmisión de la cultura que comenzó en los siglos anteriores va a desarrollar un arte propio de estos lugares, alcanzando las obras de este periodo una calidad excelsa.
Podemos encontrarnos una reinterpretación de los temas religiosos, pero con rasgos del Nuevo Mundo, y lo más interesante con un lenguaje propio, no copian modelos si no que los reinterpretan
Uno de los casos más bellos es un copón de oro y esmaltes que poseemos en el tesoro catedralicio, dónde podemos apreciar todos los elementos antes comentados.
Los cálices
Cómo buen lugar sagrado que es la Catedral, y para realzar el Sacramento de la Eucaristía, los cálices es uno de los elementos más destacados que se realizaron en este periodo.
Los más significativos son:
- El cáliz de Oro y piedras preciosas de la Virgen de la Antigua. Cuyo autor es José Aleixandre y Esquerra. Está singular obra además del oro utiliza diamantes, rubíes, esmeraldas y topacios.



- Existe un juego de Cáliz y vinajeras, realizado por el autor anterior, en plata sobredorada, con una bellísima decoración en todos los elementos, que los realza más si cabe y que fue financiado por el indiano José Julián García.



- Juego de Cáliz y Vinajeras con bellísimos detalles que perteneció a uno de los más significativos prelados mexicanos y con una especial unión con Sevilla, nos referimos al arzobispo Vizarrón



El arzobispo de México y Virrey de Nueva España Juan Antonio de Vizarrón.
El último apartado lo hemos reservado a una figura muy especial y que tiene una especial relación con la catedral de Sevilla.
Antes de llegar a sus altos cargos en la Nueva España había sido archidiácono en la seo hispalense, algo que no olvidó durante toda su vida. El siglo XVIII es una época de esplendor en América del Norte, y en todo el Imperio, una vez pasados los problemas de la guerra de sucesión, España se vuelca en el nuevo mundo.



Habrá un desarrollo increíble de las artes, una de ellas la orfebrería y Vizarrón realizará numerosos regalos de gran valor a la ciudad del Guadalquivir y a su principal templo.
Seguramente el más carismático de todo serán los famosos Vizarrones, grandes blandones de plata, con marcas de la ciudad de México, realizados en 1641 por Andrés Segura, miden 185 cm de altos y se utilizaban para los grandes cultos catedralicios.
Otro de las donaciones reseñables de Vizarrón es la pareja de copas y salvillas de oro realizadas por el mismo autor y en la misma fecha que los blandones mencionados.



Además, del cáliz y las vinajeras de oro que referimos al hablar de los cálices.
Esto es sólo un pequeño ejemplo del inmenso tesoro que alberga la catedral hispalense, donde como hemos podido ver en esta pequeño ejemplo la parte de orfebrería es uno de sus elementos más sobresalientes en todos los aspectos, además, de la singularidad de la orfebrería americana en la Catedral que nos habla de esa gran unión cultural entre dos mundos.