El establecimiento de la Casa de contratación que gestionaba todo el comercio del Imperio español en Sevilla, fue uno de los acontecimientos que convirtieron a Sevilla durante un periodo en la ciudad económicamente más importante del mundo.
A través de este artículo iremos descubriendo los lugares donde se ubicó y los principales acontecimientos de esta institución básica para el desarrollo de la economía española en la época imperial.
Orígenes de la Casa de Contración
Un 20 de enero de 1503 se funda en Sevilla La Casa de Contratación de Indias.
Aunque hay constancia documental que ya existía un proceso para esa Casa de Contratación promovido por Francisco Pinelo un año antes. Otro detalle curioso es que la Real Provisión con las primeras ordenanzas fue firmada por los Reyes Católicos en Alcalá de Henares.
En un principio se ubicó en las Atarazanas, pero debido a su ubicación al lado del río y que las inundaciones la afectaban constantemente se trasladó a los Reales Alcázares, en la sala denominada de los Almirantes. Además, en el Alcázar estaba instituido casi desde la reconquista el Almirantazgo de Castilla y su tribunal que tenía la jurisdicción de los temas marítimos. Como se quedó pequeño casi desde sus inicios se crearon casas y almacenes en la plaza de la Contratación, mirando al rio y la fachada de estos edificios la realizó el maestro mayor de la catedral, Alonso Rozas.
Consulado de Mercaderes de Indias
En agosto de 1543 se creó en Sevilla el Consulado de Cargadores a Indias. Se dedicó a resolver procesos jurídicos de derecho civil entre los comerciantes. En el Consulado estaban representados todos los tratantes con Indias que no fueran extranjeros ni dependientes o subordinados suyos.
En principio las reuniones se hicieron en las gradas de la Catedral, pero en muchas ocasiones entraban en el recinto catedralicio. Por tal motivo, un 19 de enero de 1565 el Cabildo decidió poner cadenas alrededor de la catedral.
El Consulado fue el que impuso el sistema de flotas (la flota de Indias) para evitar la piratería que ejercían las potencias extranjeras ya sea como corsarios o piratas independientes, que siempre ansiaban la llegada de los barcos españoles de cualquiera de sus numerosos dominios.
El arzobispo, Cristóbal de Sandoval y Rojas, escribió quejándose de esto a Felipe II, y gracias a esa petición se va a edificar una sede digna para tan importante institución.
La Construcción del nuevo edificio
El rey Felipe II visita Sevilla en 1570 y el consulado de Mercaderes le comenta la necesidad de un edificio digno para la institución, por tal motivo el monarca encarga a Juan de Herrera la construcción del nuevo inmueble que se realizaría con piedra proveniente de Jerez de la Frontera. El diseño de Juan de Herrera lo llevaron a cabo Juan de Minjares y Alonso de Vandelvira.
La construcción del inmueble se realizó entre 1585 y 1598, al sur de la catedral, para que fuera la sede de esta institución y el lugar de trabajo de los mercaderes. Desde ese momento se convertirá en un símbolo del Imperio y el lugar donde se realizaban las principales transacciones comerciales.
La cruz de los juramentos
Miguel de Zumárraga fue el que se encargó de la construcción de un crucero, conocido como Cruz del Juramento, rodeado por una reja de construida por Juan de Cerbigón.
Su nombre nos relata como era el lugar donde los mercaderes juraban sus tratos, y siempre que mejor que hacerlo delante de una cruz, y más en una sociedad como la España de finales del siglo XVI y XVII, donde la base era la religión católica.
Traslado a Cádiz en 1717
En 1717 se oficializa el traslado a Cádiz de la Casa de Contratación, aunque realmente desde 1680 la cabecera del puerto ya salía de Cádiz, por la dificultad de los grandes buques de poder subir el Guadalquivir, tanto por su mayor tamaño, como por la pérdida de calado del río.
Esto dio paso al gran siglo de Cádiz, el siglo XVIII, que a día de hoy conserva mucho, ya que se salvó del expolio napoleónico.
En la capital gaditana primeramente se encontró en una casa que pertenecía al Conde de Alcudia en la plaza de San Agustín, que desgraciadamente hoy no se conserva. Luego pasó a una finca del Marqués de Torresoto localizada en la esquina de calle San Francisco.
Bibliografía
personal.us.es/alporu/histsevilla/casacontratacion_hist.htm