La Alameda de Hércules de Sevilla es uno de los espacios más interesantes creados en la Europa del Renacimiento, supuso toda una innovación en su época, y además, tuvo una gran repercusión a posteriori en otros lugares de la península ibérica y del Nuevo Mundo.

¿Qué había antes de que se construyera la Alameda?

El espacio de la Alameda de Hércules, originariamente era uno de los brazos del Guadalquivir que atravesaba Sevilla, posteriormente, se va a convertir en una laguna en pleno centro de la ciudad.

Aunque no está documentado, hay un mito sobre el origen de esta laguna, Leovigildo, rey de los visigodos, cambió el curso del Guadalquivir en 585 d.C. al cerrar el paso de agua al brazo menor del río que fluía por la Alameda. Esta acción tenía como objetivo provocar sequías en la ciudad y sofocar una rebelión liderada por su hijo Hermenegildo, quien se había convertido al catolicismo y creó un reino independiente en el sur de la península.

La creación de la Alameda

La Alameda de Hércules en 1650

Con motivo de las obras de mejora de la ciudad en el siglo XVI, la época dorada de Sevilla, se crea este recinto gracias al Conde de Barajas, en ese momento asistente de la ciudad, que es la persona que va a desecar la primitiva laguna y va a convertir aquel lugar en el primer jardín público de Europa. Muy interesante su ubicación, al lado de uno de los barrios nobles más emblemáticos de Sevilla: San Lorenzo.

La laguna de la feria

El lugar se denominaba en aquel entonces la laguna de la Feria y aunque la reforma fue promovida por el Conde de Barajas el profesor Albardonedo piensa que se había diseñado antes, y que todo comenzó a raíz de la visita de Felipe II a Sevilla en 1570, ya que el monarca después de sus estancias en Flandes quería llevar las ideas que había visto a la península, y ellas influyeron en la creación de la Alameda de Hércules. A pesar de todo ello, la Alameda de Hércules, tienes las características de una jardín manierista italiano.

Las columnas de la Alameda

En abril de 1574, se colocaron dos columnas que probablemente provenían del Traianeum de Itálica y habían sido reutilizadas en la construcción de la calle Mármoles. Sobre estas columnas se erigieron esculturas de Hércules, el fundador mítico de la ciudad, y Julio César, el restaurador de Híspalis. A estas esculturas se les puso la imagen de monarcas de la época: Carlos I y su hijo Felipe II.

Ejemplo de la importancia del espacio, es que el gran Francisco Pacheco, tenía su famoso taller en la cercana calle Trajano. Lugar donde se formaron personajes de la talla de Velázquez y Alonso Cano.

En el siglo XVIII se colocaron otras dos columnas en el extremo norte del paseo, donde Cayetano de Acosta colocó las esculturas que aún existen en la actualidad.

La reforma de la Alameda de Hércules

Zócalo de cerámica de la Alameda de Hércules en el siglo XVIII. Osuna. Sevilla

La Alameda fue denominada así por sus álamos, tenemos constancia que, en el año 1764, 190 años después de su inauguración, se llevaron a cabo obras importantes que incluyeron la plantación de más de 1600 álamos, la instalación de seis fuentes y la colocación de dos nuevas columnas coronadas con leones portando los escudos de España y Sevilla, realizados por el importante escultor Cayetano de Acosta.

En un convento de Osuna existe una interesante cerámica donde nos muestra como era el paseo en el siglo XVIII, constituyendo una de las representaciones más interesantes existentes de este importante punto de la ciudad de Sevilla.

La Alameda se convirtió en el lugar de celebración de las fiestas locales, reemplazando las festividades del Corpus Christi. Estas nuevas celebraciones de San Juan y San Pedro, podría considerarse el precedente de lo que sería la feria de abril en el siglo XIX en el Prado de San Sebastián.

Los cafés cantantes y las casas de los toreros

Pila del pato en la Alameda de Hércules

La Alameda de Hércules se convirtió en el centro cultural de la Sevilla del siglo XIX y principio del XX, alrededor de ella se encontraban los famosos cafés cantantes de Sevilla, y vivían algunos de los toreros más prestigiosos del momento.

De ese periodo destacamos la Casa de las Sirenas, palacete construido al estilo francés, para el marqués de Esquivel y que después de un periodo de abandono, a finales del siglo XX, fue adquirido y reformado por el ayuntamiento recobrando la belleza que tuvo en sus orígenes.

En este periodo, se embelleció esta parte de Sevilla una de sus fuentes más simbólicas: la Pila del pato. Tenemos fotos que nos hablan de su ubicación en aquella alameda.

En ese mundo cultural debemos hablar también del flamenco, personajes como Antonio el bailarín, que nació en una calle cercana y la famosa academia del Realito, donde se formaron personajes como Paquita Rico, Estrellita Castro o Carmen Sevilla.

Las inundaciones

A lo largo de los siglos la Alameda ha sido uno de los lugares que ha sufrido más inundaciones en la ciudad de Sevilla, ya que el agua buscaba su primitivo cauce, en diferentes lugares podemos ver las marcas de donde llegó el agua durante los diferentes siglos. La imagen más reciente que poseemos fue en el año 1961, la riada del Tamarguillo, la última gran inundación en Sevilla, la Alameda fue una de las zonas más afectadas.

La polémica remodelación.

En el año 2008, se realizó una polémica reforma que desvirtuó su diseño original, esperemos que en el futuro se recupere estéticamente la idea original del Conde de Barajas, y vuelva la vegetación y los álamos a este importante espacio de la ciudad de Sevilla.

La influencia de la Alameda en otros lugares del Imperio.

La Alameda de San Pablo en Écija

La alameda de Hércules no se quedó como algo sólo para la ciudad, si no que la importancia de Sevilla en esos años como centro del Imperio español hizo que su interesante trazado se copiara en otros lugares.

Entre los más interesantes podemos citar:

  • La Alameda de los Descalzos de Lima
  • La Alameda de San Pablo de Écija
  • La Alameda central de ciudad de México

Bibliografía

Albardonedo Freire, Antonio J. (1999B), “Las Trazas y Construcciones de la Alameda de Hercules”, en Laboratorio de Arte, Vol. 11.

Durán Montero, María Antonia, “La Alameda de los Descalzos de Lima y su relación con las de Hércules de Sevilla y la del Prado de Valladolid” en III Jornadas de Andalucía y América. La Rábida; Sevilla (Sevilla : Imprenta E.E.H.A.) [s.n.], 1984.