Aunque es conocido por todos como Francisco Pacheco, este pintor e intelectual de los primeros años del siglo XVI, se llamaba realmente Francisco Pérez del Río y era originario de la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda.

Nos encontramos ante un pintor manierista en el que apreciamos la influencia de flandés e Italia. Siempre se le ha considerado mejor intelectual y maestro que pintor.

La ciudad de Sevilla posee numerosas obras dedicadas a este autor que fue el pintor más importante de la Sevilla de principios del siglo XVII. Por tal motivo, diferentes escritores de prestigio hacen numerosas referencias al maestro:

Rodrigo Caro: “..el célebre pintor..”

Fray Pedro de Jesús de María: “Francisco Pacheco, el Apeles de nuestro tiempo..”

El Maestro Pacheco

El taller de Francisco Pacheco se va a convertir en el taller de referencia en su época en la ciudad de Sevilla, de todos sus discípulos hay dos que merecen un apartado por derecho propio:

Diego Velázquez

Uno de los grandes logros de Pacheco es que fue el maestro de Velázquez. El gran pintor hispalense tuvo su aprendizaje en el taller que se ubicaba en la actual calle Trajano, y descubrió sus numerosas habilidades desde un primer momento, el destino hizo que también se emparentaran al casarse con su hija Juana. Esa base de colores tierra, oscuros fueron los típicos en esta primera etapa donde también retrata a su maestro en obras como la adoración de los Reyes Magos. Además de realizar sus maravillosas pinturas de género como “la vieja friendo huevos” o “el aguador de Sevilla”.

Se piensa que los contactos del maestro ayudaron al muchacho a que pudiera ser pintor en la Corte, cosa que su maestro, aunque lo intentó nunca pudo conseguir.

La adoración de los Reyes. Velázquez

Alonso Cano

Cano fue otro de los aprendices de su taller. Un niño que había venido de Granada para aprender en la gran ciudad de su tiempo que era Sevilla. Después de su formación va a estar viviendo en Sevilla hasta casi tener 40 años. Además no sólo aprende pintura, también aprende escultura de la mano de Martínez Montañés. De su época sevillana, uno de los más bellos ejemplos es la Virgen de Belén, que hoy conservamos en la Catedral de Sevilla.

El Pacheco teórico

Tenemos que destacar en la biografría de Francisco Pacheco que es uno de los grandes teóricos y escritores de la Historia del Arte y la pintura en España.

Escribió laudos y poemas de gran interés como “el soneto al retrato del rey a caballo”, además de obras dedicadas al Duque de Alcalá, Fernando de Herrera o San Ignacio de Loyola. Dentro de su producción tenemos que destacar dos grandes obras:

Libro de verdaderos retratos de ilustres y memorables varones

Argote de Molina. Pacheco

Una gran obra mitad literaria y mitad artística que como nos cuentan los profesores Valdivieso y Serrera la realizaría también para su propio disfrute, el libro nunca se editó y ha llegado sólo parte hasta nosotros, de los 160 dibujos originales con descripción de los personajes más importantes del momento, sólo han llegado hasta nosotros 64.

En esta obra nos habla de los grandes artistas de su tiempo, y es una obra de estudio muy interesante para todos los que quieran aprender más de la Sevilla de ese interesante periodo.

El Arte de la pintura

Una interesante obra donde nos habla de su pensamiento artístico y donde se comenta formulas iconográficas para poder representar diferentes momentos sagrados desde la cruxifición hasta la Inmaculada.

La obra posee tres libros y en ellos siempre deja claro que la belleza siempre está supeditada a la ortodoxia, idea que tendría muy clara por ese puesto de veedor de la Inquisición.

Obras maestras fuera de Sevilla

Pacheco como otros grandes pintores sufrió el expolio napoleónico en sus obras. Por tal motivo, dos de sus obras maestras se encuentran hoy en el país galo.

Cristo servido por los ángeles

Cristo servido por los ángeles. Pacheco

Para muchos historiadores del Arte, nos encontramos con su mejor obra. Tanto es así que algunos han querido ver la mano de Velázquez en el cuadro. Originariamente se encontraba en el refectorio del convento de San Clemente. Hace unos años el profesor Valdivieso publicó un libro donde los cuadros volvían a sus enclaves originales y una de esas obras analizadas es este interesante lienzo.

El Juicio final

El Juicio final. Pacheco

Otra obra maestra de Francisco Pacheco que se encontraba en el Monasterio de Santa Isabel y que hoy cuelga de las paredes de otro museo francés.

Es de las representaciones más cuidadas del pintor, donde destaca la gran cantidad de personajes que lo forman y donde sobresale en un primer término un San Miguel en su papel de jefe de las fuerzas celestiales.

Obras que podemos disfrutar hoy en Sevilla de Pacheco

Pacheco realiza la mayor parte de su producción en la ciudad de Sevilla y hoy podemos ver algunas en sus lugares originales como la Catedral de Sevilla, San Lorenzo, o la Iglesia de Santiago y otras en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Catedral

La Inmaculada con Miguel del Cid

La inmaculada de Miguel del Cid

Nos encontramos con una interesante obra, donde se sigue todos los elementos que el gran pintor Pacheco nos marcaría como esenciales en la iconografía de las Inmaculadas en su famoso Arte de la pintura, ya mencionado, los colores, la luna…En la parte inferior aparece Miguel del Cid, uno de los personajes que fueron básicos por los poemas de desagravio que escribió al ser contratado por la Hermandad del Silencio.

Esta interesante obra la conservamos en el pabellón de entrada de la Catedral que se usa a modo de pequeña sala de museo de la seo.

La entrega de las llaves de Sevilla

La entrega de las llaves de Sevilla. Pacheco. Catedral de Sevilla

Cuadro de pequeño formato que se encuentra en el trascoro de la Catedral, y que representa el momento donde el último monarca árabe da las llaves de Sevilla a San Fernando, curiosamente estas llaves se siguen conservando en el templo.

Capilla de Onofre en Sevilla

Detalle de una pintura de Pacheco en la capilla de San Onofre

Esta pequeña capilla, que es lo único que nos queda del Convento Casa Grande de San Francisco, en el retablo dedicado a su titular, también encontramos unas interesantes pinturas del maestro, aunque no se encuentran en el mejor estado de conservación.

Iglesia de Santiago

En este templo en la cabecera de la nave encontramos una capilla diseñada por Vermondo Resta con obras de nuestro protagonista: Santa Ana y el niño, San José, San Juan Bautista y la Anunciación.

Museo de Bellas Artes de Sevilla

Desposorios místicos de Santa Inés

Desposorios místicos de Santa Inés. Pacheco. Bellas Artes Sevilla

Interesante obra proveniente del Colegio de San Buenaventura y donde vemos una clara influencia de las obras nórdicas que a través de grabados llegaban a Sevilla. Nos encontramos en esta obra con uno de los más bellos rostros realizado por el maestro en toda su obra, el de Santa Inés. Además, es interesante como se aprecia un naturalismo en diferentes lugares del lienzo. Otro elemento a destacar es la composición, donde se ve claramente el estilo manierista del artista.

Dos retratos de matrimonios

Pacheco. Retrato de matrimonio mayor. Museo de Bellas Artes de Sevilla

Una de las obras más interesantes de Pacheco que existen en el Museo de Bellas Artes, son los dos retratos existentes, uno de un matrimonio joven y otro de un matrimonio mayor. Sin lugar a dudas, familias acomodadas que buscaban tener un retrato de calidad en sus domicilios y que por tal motivo contrataron al gran maestro. Interesante la moda que represetan, la de los austrias menores, con los típicos ropajes negros y peinados al estilo de las meninas. Otro detalles que no debemos obviar es las joyas de las mujeres, lo que denota su buena posición económica. El retrato del matrimonio mayor posee una serie de detalles como el velo de la señora o la forma de cerrar la boca más forzada, que en nuestro opinión le dan un plus añadido al que realiza para el matrimonio joven.

Cuadros para el claustro del convento de la Merced Calzada( hoy Bellas Artes de Sevilla)

Se le encargan a Pacheco una serie de lienzos para el Claustro principal del Convento que trataran la temática de la orden mercedaria. Son obras de gran formato donde se ve muy marcado el estilo manierista, aunque vemos algunos personajes con detalles de gran naturalismo.

Aparición de la Virgen a San Ramón nonnato

San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán

Nos encontramos con dos interesantísimos retratos de los fundadores de dos de las grandes órdenes del catolicismo.

La imagen de San Francisco intenta demostrar su humildad, descalzo, mirando cabizbajo el crucifijo que porta y que sostiene con fuerza. Se aprecian sus llagas y destacamos los detalles del rostro que define perfectamente al fundador de los franciscanos.

Santo Domingo por su parte sostiene una azucena, símbolo de la pureza, y con su otra mano porta un libro, básico para sus importantes predicaciones, definiendo a su orden, los dominicos, que es la orden de los Predicadores.

San Francisco y Santo Domingo. Pacheco

Iglesia de San Lorenzo

Pacheco. Inmaculada de San Lorenzo

En este templo sevillano tenemos una fabulosa inmaculada donde muchos autores ven el momento de plenitud del maestro. Cumple nuevamente de forma detallada todos los estandares que eran necesarios según la iglesia, e incorpora elementos que nos demuestra que nos encontramos en Sevilla como la Torre del Oro.

Aquí vemos en el maestro una pincelada certera que hace que la obra tenga una calidad innegable y diferente a la de obras anteriores.