En este artículo de Joyas perdidas de la Semana Santa, vamos a hablar de algunas de las joyas artísticas que desfilaban por nuestras calles y que hoy desgraciadamente se encuentran en otros lugares.

Vamos a basarnos en algunas de las piezas que se han traído a la exposición In Nomine Dei que esta abierta estos días en la Fundación Cajasol, y así os ayudaremos a disfrutar de las cosas que hay que ver en estos días en Sevilla.

En muchas ocasiones los cambios de estética, las modas o desafortunadas decisiones personales han hecho que se pierdan auténticas maravillas.

Palio de la Virgen de las Penas(Cádiz). Antiguo de los Negritos

Este palio realizado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1915 para la hermandad de los Negritos de Sevilla es una de las grandes obras que desgraciadamente hemos perdido en la Semana Santa de Sevilla. Nos encontramos ante una obra excepcional que sigue la tipología creada con el palio rojo que realiza para la Macarena en 1908, introduciendo una malla en la bambalina, a esto debemos añadir el diseño con crestería que sobre sale en la parte superior y también esa terminación irregular que se da en la parte inferior a la cual se le añaden borlones de gran tamaño.

El palio denota regularidad en su dibujo y simetría, y lo que más se repite son elementos decorativos de pequeño tamaño como flores, roleos.. que huyen de la estética decimonónica existente antes de la figura de este gran creador.

Importante es el color que evoca el del palio azul de la Amargura de 1902 o el posterior que realizaría para la hermandad del Dulce Nombre.

En la década de los 60 la hermandad de los Negritos quiso cambiar esta interesante obra y arriesgo al encargar el actual, una obra en su momento innovadora dentro del mundo de la Semana Santa pero que también posee una alta calidad artística.

Manto de la Virgen de la Veracruz de Huelva. Antiguo del Valle.

Antiguo manto de la Virgen del Valle, hoy en la hermandad de la Veracruz de Huelva

Nos encontramos con una de las joyas del bordado de principios del siglo XX, la obra se atribuye a Patrocinio Vázquez aunque sigue muy de cerca el estilo de Teresa del Castillo, una de las grandes bordadoras del siglo XIX.

En aquellos años Rodríguez Ojeda es el artista de moda y por tal motivo las hermandades desean tener en su patrimonio obra de este gran genio, por tal motivo la hermandad tiene la desafortunada idea de vender esta obra a la hermandad de la Veracruz de Huelva y sustituirla por el manto que actualmente posee.

La técnica utilizada y su perfección técnica hace que no quede la menor duda es que estamos ante una obra sublime dentro de la producción del bordado procesional y que se relaciona con las grandes obras de la época. Seguramente es la transición de los grandes diseños decimonónicos a la estética renovada del siglo XX, pero que como podemos apreciar en esta ocasión, y por los diversos intentos de la hermandad del Valle de recuperar esta obra a pesar de que el manto que posee en la actualidad es una realización del ya comentado Ojeda, la nueva estética no mejora la antigua.

Sin lugar a dudas un manto de tal envergadura posee una razón de fondo para su realización, esta razón es la existencia en la hermandad del Valle de la bambalinas más antiguas de Sevilla pertenecientes a la Hermandad de la Antigua y Siete Dolores del siglo XVII, esta obra de singular importancia necesitaría tener un manto acorde con su prestancia, calidad artística y originalidad.

Se da tanta profusión de hojillas en el manto objeto de nuestro estudio que el vulgo conoció el manto como el de los “fideos” por la reiteración de largos tallos de hojillas de plata, junto a éstos se van repitiendo una y otra vez esos roleos existentes en el palio de la Antigua creándose un horror vacui por toda la superficie que se enmarca en una gran cenefa que recorre los extremos de la obra y que tiene un número indeterminado de roleos a modo de soles siguiendo el palio de modelo ya reseñado.

El palio de la Virgen del Desconsuelo de Jerez. Antiguo de la Amargura.

Si hay un palio que cambió el diseño que se realizaba hasta ese momento, y que da las claves de los palios que se siguen realizando a día de hoy, es el fabuloso palio que posee la Virgen del Desconsuelo de Jerez. Estamos hablando de una de las obras maestras del bordado de todos los tiempos, fue realizado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en el año 1902 y cambió el estilo decimonónico y los palios de cajón que el propio autor seguiría haciendo incluso en fechas posteriores a esta obra.

El corte y movimiento de las bambalinas, junto con el color azul fueron totalmente revolucionarios en su momento, aunque muchos autores hablan del palio rojo de 1908, nuestra opinión es que este fue el conjunto de palio y manto que cambió una época y que fue un precedente, algo similar como “Las Señoritas de Aviñón” para el Cubismo.

Hemos compartido de una foto del palio actual y otra de cuando la Amargura recorría Sevilla en esta obra maestra del bordado.


En este artículo de Joyas perdidas de la Semana Santa hemos hablado de algunas de las piezas más significativas que ya no disfrutamos de su belleza en las calles de nuestra ciudad, aunque existen otras muchas que darían cabida para muchos artículos, hemos seleccionado estas tres, dos de las cuales podemos disfrutar estos días de ellas en nuestra ciudad. Si deseáis saber más detalles de esta importante celebración os recomendamos que podáis hacer las rutas que vamos a realizar en los próximos días denominada la Semana Santa en las iglesias o la que realizamos durante todo el año.